16.4.07

LOS IDILIOS - 16.4.07

...divididos por la felicidad...

Vino con calma y cierta nostálgica alegría el momento.
Aconteció. Sucedió -casi por lo del concepto freireano de fatalismo-.
Dejamos/dejó que (no) sea (más).
Ya no quiso; ergo ya no queremos (nos en las noches).
Apoyada por la sensación previa de dudas, por el entender que se esperaban cosas distintas,
la "falla" no fue terrible,
sólo fue "falla".
Sí, sí, un vacío queda igual, claro, pienso mientras me arrojo al 55*, apurada por llegar a casa e ir a mostrarle insistentemente mis credenciales a la soledad.

Un poco tristemente contenta, ya lista para quien vendrá y llenará de mí mi casa;
entonces le mostraré cada nuevo balcón de la espantosa torre de enfrente, lo voy a besar, y a llenar de mí.
Y quiero extrañar en la semana la nuca de quien vendrá y llenará de mí mi casa,
sin pensar que eso está mal, y decir quierotes sin culpas.
Quiero que
quien vendrá y llenará de mí mi casa,
me comparta sus.
Entenderá
quien vendrá... que ya mi frente y mis ojos no son capaces de resistir paranoias ni fobias innecesarias de él. Es que no harán falta.
Simplemente
quien vendrá y llenará de mí mi casa, será simplemente conmigo.



[*Una asociación que guardo desde ya no me acuerdo cuándo; persona - colectivo que une mi casa con la suya.]

2 comentarios:

Unknown dijo...

Volví!!!!, Ya me siento reconfortada con Drexler por todos lados y uniendo soledades.
Muchos saludos.

Franco Donovan dijo...

Estoy contento dspués de tu poesía, que a decir verdad, brota cada vez con más naturalidad. No puedo dejar de notar la influencia de tus nuevos estudios en el trato de las palabras. Excuisita intertextualidad con la bellisima "soledad" de Drexler. Te mando un beso grande, es siempre un placer leerte.